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Los pasos ‘salvazanjas’ reducen la siniestralidad en las salidas de vía de vehículos

CRUZ CATALINA

La Diputación de Valladolid iniciaba la pasada semana en el tramo comprendido entre Alcazarén y Pedrajas de San Esteban de la carretera VP-1104 la  instalación de 18 de los primeros 80 pasos ‘salvazanjas’ que tiene previsto colocar en una primera fase en cuatro tramos de la red viaria provincial. Concretamente, además de la vía antes citada, en las carreteras VP-5505 de Medina de Rioseco a La Unión de Campos, en la VP-4401 de Valladolid a Cigales y la VP-1202 de Portillo a Iscar, donde se colocaran de forma paralela a la calzada en el sentido de circulación este pionero sistema diseñado y patentado por Cidro, una 'spin off' de la Fundación Cidaut, para minimizar los siniestros en las cunetas, más exactamente en los denominados pasos salvacunetas -bloques, acequias o estructuras de hormigón-, necesarios para acceder desde la carretera a las fincas, urbanizaciones, instalaciones de servicio e industriales, pero bastante peligrosos para los conductores de turismos y, en especial para los motoristas. No en vano, como lo demuestran las estadísticas, el 40% de los accidentes en carretera se producen por la salida de la calzada del vehículo, el segundo motivo más frecuente después de las colisiones.

Uno de ellos, precisamente los que se producen en los pasos salvacunetas, es el que la institución provincial vallisoletana quiere reducir con la colocación en varias fases en los 1.430 kilómetros de carreteras de su titularidad,  para la que en, esta primera fase se ha destinado una partida de 60.000 euros, este pionero sistema denominado 'Crossafe'.

El sistema consiste en disponer longitudinalmente sobre, la cuneta una serie de vigas prefabricadas de hormigón armado de al menos cinco metros de longitud. Unas estructuras diseñadas para soportar los esfuerzos originados en un impacto de un vehículo y sustentadas por un soporte de acero galvanizado.  'Crossafe' asegura la mitigación de las lesiones en este tipo de impactos, la redirección del vehiculo, por lo que además de evitar la colisión directa sobre la arqueta o bloque de cemento, evita que se produzcan choques contra otros obstáculos situados detrás de la zanja como edificaciones, árboles o estructuras.