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Una buena fórmula para frenar los accidentes mortales de tráfico y reducir al máximo la gravedad de las lesiones es aumentar la capacidad de absorción de impactos de las barreras de contención. Si además para ello se utiliza el caucho de neumáticos fuera de uso, los beneficios se multiplican.

Entre otras cosas, se evita la acumulación de plásticos en vertederos de acuerdo con las políticas europeas, que, de hecho, desde 2006, prohíben el vertido de neumáticos. Se apuesta por la reutilización de los materiales reciclados como prioridad frente a otras alternativas de valorización. Y se disminuye la contaminación por el transporte de las barreras, ya que éstas son más ligeras.

Estos son resumidamente los objetivos del proyecto Life New Yersey , financiado por la Comisión Europea y en el que participan firmas como Acciona Infraestructuras, Signus Ecovalor, Vía M (de la Dirección General de Carreteras de la Comunidad de Madrid), la Fundación para la Investigación y Desarrollo en Transporte y Energía ( Cidaut ) y la Federación Europea en la Carretera ( ERF ).

Como parte de esta investigación, se construirá un tramo de barrera de 200 metros utilizando 10 toneladas de neumáticos y otras tres de de plásticos reciclados.

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