La expansión y adopción de herramientas de inteligencia artificial como Perplexity o Copilot ha transformado los hábitos digitales de muchos usuarios, desplazando a los buscadores tradicionales en la búsqueda de información y modificando la interacción entre usuarios y marcas. Aunque la inversión publicitaria en buscadores sigue siendo sólida, alcanzando los 977,2 millones de euros en 2024 en España, según datos de Infoadex, este modelo enfrenta una amenaza significativa que obligará a los anunciantes a buscar alternativas que les permitan seguir obteniendo el mayor rendimiento de su inversión.

Cuando los usuarios consultan una IA, reciben respuestas cerradas y completas sin necesidad de hacer clic en enlaces o visitar páginas web. Ya no hay listas de resultados ni clics adicionales, por lo que la necesidad de visitar páginas web desaparece. Para las marcas, esto supone la pérdida de oportunidades de visibilidad y conversión, afectando directamente a la rentabilidad de las campañas SEM.